La invasión silenciosa
La macrodepuradora de Lamiako sigue detenida en los despachos. Sin embargo, eso no supone que el Humedal de Lamiako, el lugar elegido para construir una macrodepuradora, esté a salvo. Poco a poco, aquí y allá, se va comiendo terreno al Humedal, bajo la mirada de impotencia de los centenares de especies de aves que asisten como convidados de piedra, a la destrucción o invasión de su hogar.
Por un lado, las obras de las cocheras del tranvía y el consiguiente traslado de la carretera que comunica Leioa con la avenida Autonomía (la de la ría). Como ya ocurrió con el Plan de Impacto Ambiental de la macrodepuradora, en éste del tranvía también se han saltado a la torera la Ley de Impacto Ambiental que califica como "infracción grave" la ocultación de datos significativos que hayan “influido de forma determinante en el resultado de dicha evaluación” . En el Estudio de Impacto Ambiental del tranvía se afirma que "no existen valores a proteger", a pesar de que las administraciones implicadas y consultadas para este Estudio (Gobierno Vasco, Diputación Foral, Ayuntamiento de Leioa…) cuentan con informes y son conscientes de la singularidad de la Vega de Lamiako. Por su parte, tanto la Diputación Foral como el Gobierno Vasco han promovido estudios en relación con los refugios de biodiversidad que aún se conservan en el entorno del Bilbao Metropolitano, que hablan de la importancia y singularidad de la Vega de Lamiako.
Y por otro lado, los distintos espacios que la comunidad latinoamericana ha habilitado como zonas deportivas y de ocio junto a la carretera de la dársena de Lamiako, enfrente de los campos de fútbol de la Chopera. Es alentador que alguien dé un uso provechoso a los terrenos ahí presentes, pero desconocemos la legalidad de esa invasión de tierra, a la que le ha precedido incluso la intervención de maquinaria pesada para desbrozar el terreno y alisarlo (¿con el permiso de quién?).
